DIARIO DEL 4 AL 15 DE FEBRERO
Vivimos de estereotipos, de complejos, de las críticas, y opiniones
de los demás. ¿Por qué? ¿Por qué me tiene que importar más lo
que digan y piensen los demás de mí que lo que piense yo misma?
¿Acaso no me conozco yo misma lo suficiente como para saber quién
soy? ¿Y, que es lo que le hace a la otra persona pensar todo eso
sobre mi? A lo largo de estas semanas han pasado tantas respuestas
para estas preguntas por mi cabeza, que ya no me acuerdo ni que es lo
primero que me plantee solucionar de mí misma.
Y,
ahora que lo pienso, ese ha sido el error. No tengo por qué cambiar
nada de mi misma solo por que a la gente no le guste. ¿En que
momento se me ha pasado eso por la cabeza? Bueno, cuando a una
persona le das toda tu confianza y la tira por la borda… te hace
replantearte muchas cosas. En la vida hay personas tóxicas. Sí, por
suerte o por desgracia estas existen y estamos rodeados de ellas. Si
algo he aprendido en las últimas semanas es a diferenciar entre un
consejo o una mala opinión de ti. No tienes por qué escuchar esas
“opiniones sinceras” de la gente. No te creas nada. Lo único que
quieren a veces es convertir esos complejos en algo más grande
todavía. O simplemente, dejar de conseguir las metas que ellos
mismos no han podido conseguir. Y no se dan cuenta, no se dan cuenta
de que en fondo son bellísimas personas. Personas a las que la
envidia les hace mucho daño. En las que se deja de confiar, de
mirarles como alguien especial, como alguien que lleva formando
parte de mi toda la vida. Y no, me niego en que esas personas se
conviertan en eso mismo, al igual que me niego a que me dejen mal
delante de todos, que se crean superior a alguien y quieran estar por
encima de ti. Porque, quizás suene mal o muy egoísta pero, no voy a
dejar que nadie se crea superior a mí. Y tu tampoco deberías de
hacerlo. Porque si no empiezas por quererte a ti misma ¿quién lo va
a hacer? Por eso mismo quiérete, quiérete como nadie lo hace.
Porque eres tú, es tú vida, y tú elijes quien quieres ser y que
decides de hacer en ella. Sin opiniones, sin mentiras, sin
envidia,sin nada… Solo tú y las personas que realmente te quieren,
esas que se quedan a tu lado en las buenas y en las peores.
Y
ahora, tú. Se que estás leyendo y te estás sintiendo
identificado/a. A la misma vez que se que te arrepientes de todo lo
que te ha pasado por tu cabeza al leer esto. Por eso no te quedes con
la duda, rectificar es de sabios. Así que, pide perdón, hazlo
porque es lo único que puede solucionar todo esto. Aunque, no te
olvides de que esa misma palabra es la más bonita que existe después
de un “Te Quiero”.
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